Fiesta De Atenea

El 20 de junio tiene lugar la festividad en honor de la diosa Atenea, también conocida como Palas Atenea. Sus atribuciones son la guerra, civilización, sabiduría, estrategia, las ciencias, de la justicia y de la habilidad. Es una de las principales divinidades del panteón griego y una de los doce dioses olímpicos. Su culto se extendía por toda la Grecia Antigua y en toda su área de influencia, desde las colonias griegas de Asia Menor hasta las de la Península Ibérica y el norte de África, e incluso hasta en las proximidades de la India. Debido a su extensión su culto tomó muchas formas llegando un punto tal en el que su figura fue fundida con otras divinidades de las regiones aledañas al Mediterráneo. En la Roma se la adoraba con el nombre de Minerva.

Como Atenea tiene tantas funciones, las celebraciones de su festividad también depende del rol que la comunidad quiere potenciar. Por ejemplo, en el Ática se celebraban varios festivales haciendo referencia al papel de Atenea como protectora de la agricultura: las Calinterias y Plinterias, las Esciroforias, las Arreforias o Herseforias y las Oscoforias, que eran comunes a Atenea y Dioniso. Incluso la fiesta principal, las Panateneas, fue originalmente una fiesta de la cosecha. La siembra se abría con tres servicios sagrados del arado, dos eran en honor de Atenea como inventora del arado y el tercero se celebraba en honor de Deméter. Al comienzo de la primavera se le daban gracias por anticipado por la protección que iba a proporcionar a los campos. Es significativo que la presentación del peplo o manto, la principal ofrenda de la celebración, tuviese lugar en la temporada de siembra. Otros ejemplos son las Calceas (o fiesta de los herreros) como señora y protectora de las artes y la artesanía, el festival de la Apaturia que hacía referencia directa al carácter de la diosa como protectora del Estado.

Las grandes Panateneas duraban varios días. Su fundación se atribuye a Erictonio y fueron rebautizadas por

Teseo. Las fiestas empezaban con cantos, danzas y música, una de las atribuciones de la diosa, también había concursos de belleza seguidos por los juegos deportivos. Al final las fiestas se remataban con una gran procesión para llevar el peplo nuevo bordado al templo de la diosa. Una vez vestida con el nuevo peplo tenían lugar las ofrendas y se realizaba la entrega de premios. El premio de la victoria en las diferentes artes y juegos no era más que un sencilla ánfora de aceite de olivo, árbol considerado sagrado al ser plantado por Atenea. El ánfora estaba decorada con la típica técnica de las figuras negras, en las que aparecía una amenazante Atenea en un lado, y en el otro una escena de la competicíon en la que se había obtenido el galardón.