Tu Magia Interior

jueves, 18 de agosto de 2016

Anillos del Humor. ¿Cómo te sientes?


El anillo de humor, "mood ring" en inglés, fue inventado en 1975 por los neoyorkinos Josh Reynolds y Maris Ambats, quienes unieron cristales líquidos con piedras de cuarzo para fabricar anillos. En principio se vendieron al por menor a 45 dólares engastados en plata y 250 engastados en oro. Se vendieron por primera vez en Bonwit Teller volviéndose rápidamente una moda en los años 70s.

Un anillo del humor es un termómetro de cristal líquido con forma de anillo. Los anillos suelen adornarse con gemas, normalmente hechas de cuarzo o de cristal, que contienen el cristal líquido termocromático en su interior o en una pequeña capa en la superficie. Los cambios en la temperatura hacen que el cristal refleje diferentes longitudes de onda que provocan los cambios en el color. El cristal líquido que se utiliza en los anillos del humor suele reaccionar mostrando un color “neutral” ante la temperatura media del cuerpo humano que son 36 °C.

La teoría acerca de que el anillo indica el humor de la persona que lo lleva se basa en la fluctuación de la temperatura corporal en función del estado emocional. La temperatura del cuerpo humano varía ligeramente cuando se producen los ciclos menstruales, los ritmos fisiológicos o cuando el cuerpo lucha contra una infección.

No obstante, el anillo suele ser más vulnerable a las variaciones de la temperatura ambiente que a la temperatura corporal de la persona y no parece haber ninguna correspondencia directa entre un estado de ánimo específico y un color concreto que lo corrobore.

No obstante, aquí os presento un cuadro en el que podeís ver una de las  interpretaciones comúnmente aceptadas.

Mucho se ha evolucionado desde aquellos anillos del humor hasta ahora, tal es así que, actualmente podemos encontrar diferentes tipos de joyas que llevan este tipo de gemas termocromáticas, desde originales collares,  pulseras, pendientes, piercings...

Aún cuando en la práctica el anillo del humor puede fallar, al no cambiar la temperatura humana menos de un grado centígrado, en comparación con la ambiental, la cual puede modificarse en varios grados, estas piedras no dejan de ser fascinantes de por si. La divertida particularidad del cambio de color a lo largo de los avatares del día sorprenderá a todos, incluso les despistará... Seguro que no faltará quien pregunte: "Pero, ese collar verde que llevas... ¿No era azul hace un momento?"

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