El orgón, o energía orgónica, es una idea propuesta y promovida en la década de los 30 por el psicoanalista austriaco Wilhelm Reich, que creó ese término para describir una supuesta fuerza vital universal conceptualmente similar al prana, qì, kundalini, etc....
Reich creía que el concepto de libido de Freud tenía una base biológica, así que desarrolló una práctica terapéutica diseñada para liberar esta energía corporal. Esta teoría biofísica culminó en el desarrollo del concepto de orgón (palabra derivada de la misma raíz que "organismo" y "orgasmo"), que, según Reich, era una substancia sin masa y omnipresente, similar al éter, pero fuertemente asociada con la energía vital en lugar de la materia inerte.
Esa energía vital puede ser positiva o negativa, y según esa polaridad, tiene efectos benéficos o nocivos sobre los seres vivos.
Segun Reich, la orgonita ordenaría esa energía provocando consecuencias positivas en el entorno más inmediato.
A las orgonitas se las suele asociar con la propiedad de absorber las radiciones dañinas a las que estamos expuestos continuamente, pero también se le suponen los beneficios siguientes:
-Transforma la energía negativa del ambiente en energía saludable.
-Beneficia a las plantas mejorando todos sus procesos de germinación y desarrollo.
-Favorece la regeneración celular y la capacidad inmunológica.
-Incrementa los niveles de vitalidad general y optimismo...
-Beneficia a las plantas mejorando todos sus procesos de germinación y desarrollo.
-Favorece la regeneración celular y la capacidad inmunológica.
-Incrementa los niveles de vitalidad general y optimismo...
Pero, más allá de la polémica de si son ciertas o no las propiedades que se
atribuyen a las orgonitas, lo que si es cierto es la belleza y
originalidad que encierran estas piezas, pudiendo incluir dentro de
ellas auténticos paisajes que resultan muy decorativos.
La masa para hacer las orgonitas es tan moldeable, que puede
hacérse con ella cualquier cosa, colgantes, llaveros, pendientes,
pulseras, aunque la forma más habitual es la de pirámides. Incluso hay
sitios en internet que te permiten customizarlas incluyendo, por
ejemplo, tu nombre.
Y no solo eso, sino que también podéis encontrar en internet tutoriales de como fabricarlas vosotros mismos.
Los increibles paisajes que pueden contener el interior de las orgonitas, que asemejan auténticos pedazos de mar, de tierra, de cielo, e incluso del universo, hacen que nos sintamos realmente mejor e incrementen, a mi forma de ver, las sensaciones positivas.
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ResponderEliminarImpresionante no había escuchado nunca hablar de ellas y realmente son preciosas... aprendo mucho con tu rincón Meris Romano
ResponderEliminarImpresionante no había escuchado nunca hablar de ellas y realmente son preciosas... aprendo mucho con tu rincón Meris Romano
ResponderEliminarGracias Yolanda.
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