Desde siempre el oro ha suscitado una gran fascinación en el ser humano, no en vano era un mineral sagrado presente en todos los templos y era usado en rituales de adoración a los dioses. Muchas son las propiedades místicas que se asocian a este elemento, sobre todo relacionadas con la protección, como por ejemplo, el agua de oro, la cual repele el mal de ojo. Una de las obsesiones de la Alquimia era el hallazgo de la llamada "Piedra Filosofal" capaz de transformar en oro cualquier metal, pero que también se concebía como el "Elixir de la Eterna Juventud". Pero esta idea ya viene de lejos, en el antiguo Egipto, la reina Cleopatra usaba mascarillas a base de oro en polvo para aportar luminosidad al rostro, pero para que este efecto sea posible el oro ha ser de calidad.
- nutrición y vitalidad a la piel,
- es un potente antioxidante en general,
- gracias a su poder regenerador y tensor, la piel rejuvenece,
- combate los radicales libres,
- potencia la eficacia de los activos presentes en otros productos de belleza.
Es gracias a todo esto que muchas firmas han empezado a incluir el oro en sus preparados de belleza, pudiendo encontrar una amplia gama de productos que van desde pastillas de jabón hasta bases de maquillaje, lápices de labios, aceites y tratamientos para el cabello. Los precios son muy variados, pero hay algún que otro tratamiento apto para todos los bolsillos.
Y para regar todo lo anterior que mejor que champán o cava con oro suspendido. Eso sí, si os vais a poner a brindar con champán de oro en Navidad, ya podéis ir ahorrando el resto del año, porque la botella más barata son unos 1.200€. Aunque siempre podemos hacer el ritual del "brindis para atraer a la suerte" metiendo la alianza de oro en la copa que algo quedará...
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